San Cristóbal de Ocampo es habitado por la comunidad Otomí, que cuenta con una rica historia y cultura.
En términos de actividades económicas, los residentes se dedican a la agricultura, cultivando maíz para generar ingresos, además del comercio y la cría de ganado. Algunas familias producen blocks para construcción utilizando sus fábricas y bancos de arena y grava. También transforman recursos maderables en muebles, servilleteros, cortineros y bastones, y cuentan con aserraderos que se especializan en fabricar huacales para transportar alimentos como frutas. La música es otra actividad significativa en la comunidad, con diez bandas que proporcionan ingresos a las familias.
Además, el Santuario de la Mariposa Monarca atrae a miles de visitantes cada año, generando un impacto económico importante. Durante la llegada de las mariposas, que viajan 3,500 kilómetros, las comunidades locales elaboran y venden artesanías, y ofrecen una variedad de alimentos como antojitos y refrigerios, contribuyendo así a la economía local.